#ElPerúQueQueremos

Somos (I)

un país de analfabetos

Publicado: 2013-11-16

Somos es una revista, pero también es la conjugación del verbo “ser” que se usa para acompañar al pronombre personal “Nosotros”. La idea de nación ha sido siempre una gran estafa servil a los intereses de los poderosos, sobretodo en esta parte del mundo. En las siguientes líneas explicaré por qué “Somos” y “Nosotros” son palabras que he decidido arrancar de mi vocabulario.

El proceso de deconstrucción del fervor nacional será el siguiente: ¿Dime qué te hace sentir orgulloso de estar encerrado dentro de estos 1 285 216,20 km² y yo haré lo posible para traerlo abajo?

Comencemos por ahí. El Perú es un país gigante. El número 20 de 247. No es una mala posición a decir verdad. Pero solo el 2.9% de su territorio es cultivable, lo cual inevitablemente genera dificultades para su población. Pero ok, ok, ok, no le echemos la culpa al territorio, a la cordillera infranqueable, al suelo fácilmente erosionable de la amazonía, a la aridez de la costa o al cielo gris de la capital, porque comida es lo que menos falta y, finalmente, uno le termina agarrando cariño incluso al desierto. Porque es muy fácil quejarse de lo que uno carece y no agradecer por lo que posee: Las playas están cheveres. Un frío de mierda pero sacan buen pescado y buenas olas. Como casi todo adquiere significado por comparación, en ese aspecto la cosa está mucho mejor que en Bolivia y Paraguay. También hay paisajes bonitos y animales raros de los cuáles uno se puede sentir orgulloso. Pero asincerémonos, hinchar el pecho por creaciones de la naturaleza es bastante penoso. No hicimos nada para merecerlas. Por el contrario. No hablaré tampoco de los eventos gloriosos de la historia nacional porque no pienso ensalzar ninguna guerra, ni culturas ancestrales cuyo conocimiento agrícola, cosmológico y político esté en absoluto desuso por la sociedad peruana moderna.

¿Qué te genera orgullo del Perú como sociedad hoy? La economía, vale. Un crecimiento sostenido que este año llega al 5,9%, siendo los terceros en América Latina. “La pobreza se redujo de 54,4% en 1991 a 25,8% en 2012, mientras que en el mismo periodo la pobreza extrema disminuyó de 23% al 6%. Como si esto fuera poco, la mortalidad infantil entre los menores de 1 año cayó en el mismo período nada menos que un 69,1%.” Es decir, hay gente que está chambiando de sol a sol para “progresar” y mandar a sus hijos a colegios y universidades privadas. Like. Es verdad que la gente también quiere visitar centros comerciales, alardear de su ropa, de su celular y de su auto, pero sobretodo quieren que sus hijos tengan una vida más digna en la cual se puedan convertir en aquello que se proponen. Pero, y he aquí la trampa, el sistema educativo privado no se da abasto y el público es una vergüenza. Dentro de las 100 mejores universidades de América Latina, solo rankean 3 peruanas. Bueno, algo es algo. La fuerte demanda inevitablemente ha mejorado las cosas, pero aún queda mucho por hacer en comparación con países hermanos: “El caso más dramático en términos de resultados generales y de niveles de desigualdad, entre los países latinoamericanos que participaron en esta medición, es el de Perú, donde 90% de los estudiantes del primer cuartil (el sector más pobre) no logra la competencia lectora básica para desenvolverse como ciudadanos en el mundo actual.” He aquí un cuadro donde se revela nuestro nivel de literacidad en comparación con los países de la región: 


¿Por qué el primer productor de oro de Latino América y el segundo productor de cobre y zinc del mundo arrastra todavía el peor índice de alfabetización y de inversión en salud de la región? Siempre he pensado que la ignorancia en la que está sumida el grueso de las personas que habitan el país que me vio nacer ha tenido que ser decisión de alguien. Pero esa será otra historia...


Escrito por

Alonso La Hoz

No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea.


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